Personalidad del bebé cuando sea grande

¿Puedo saber cómo será mi bebé cuando sea grande?

Más abarazos Huggies Más Abrazos // Miércoles 23 Septiembre, 2020 // #bebe, #desarrollo, #crecimiento

Tratar de adivinar cómo será la personalidad de tu bebé cuando sea grande es algo que pasa por la cabeza de todas las mamás. Incluso desde que está dentro del vientre, ya comenzamos decir qué tan tranquilo o qué tan extrovertido será. Pero cabe mencionar que no todos los factores que determinarán la personalidad de tu chiquit@ vienen en su ADN.

 

Para interpretar mejor las señales de tu pequeño, es importante aprender a diferenciar tres términos que comúnmente se usan como sinónimos de personalidad, lo cual no es del todo cierto:

  • Temperamento: este se refiere a las características psicológicas que se expresan en el nivel de excitabilidad o emoción con el que una persona se comporta en su día a día. Se podría decir que es algo que se hereda, ya que desde las primeras 24 horas de vida de un bebé, podemos identificar que algunos son más tranquilos, activos, enojones o llorones que otros.

  • Carácter: este no se define al nacer, sino que se va formando con la educación y el contexto social en que se desarrolla el bebé. Igualmente está íntimamente relacionado con las experiencias que vive, ya sean positivas o negativas. Sin duda, el carácter irá en proporción con los retos que enfrentará tu pequeñ@ durante su crecimiento.

  • Personalidad: es el temperamento y el carácter los que le dan forma, ya que se construye por factores biológicos y sociales que en combinación definen la forma de pensar, sentir y de actuar de cada persona. Ésta nunca es definitiva ya que a lo largo de nuestra vida puede transformarse de acuerdo con lo que aprendemos, lo que vivimos o lo que experimentamos.

Personalidad y carácter cuando sea grande

Una vez que conoces estos 3 términos, te será mucho más fácil observar a tu bebé e interpretar las señales de su personalidad. Pero, si te preguntas qué rasgos puedes ir identificando en tu chiquit@ a su corta edad, aquí te los compartimos:

 

  • Ser activo o tranquilo: desde muy pequeñitos se ve la diferencia. Esos recién nacidos que apenas pueden sostener el cuello pero que, con los ojos muy abiertos, no se pierden detalle de lo que pasa a su alrededor. Y luego están los otros, bebés muy tranquilos que podrían pasar horas mirando la vida pasar desde su hamaca sin problemas.

  • Adaptación a los cambios: los peques flexibles son la envidia de los papás. Los ves en las noches de verano durmiendo a pierna suelta en su carrito mientras sus padres se toman algo en cualquier terraza. Hay otros a los que cualquier cambio de horario o de planes les trastoca hasta el punto de agarrarse una rabieta o tardar horas en dormirse.

  • Mayor o menor sensibilidad: un bebé sensible llevará mal ir de brazo en brazo y puede molestarle desde un ruido de la calle que a nosotros nos pasa desapercibido hasta el simple roce con la etiqueta de la ropa. Un bebé menos sensible será más fácil de calmar y mientras tenga sus necesidades cubiertas, es raro que se muestre descontento.

Como puedes ver, existen factores que no están en tus manos, ya sea porque son características biológicas- hereditarias o porque son parte de su relación con su entorno. Sin embargo, la educación y tu forma de interactuar con él serán de suma importancia para la construcción de su personalidad.

 

No se trata de obligar a que tu hij@ sea de una u otra forma, sino de entender cómo es y conforme a eso compartirle todo lo que sabes para que cuando sea grande, sin importar si sea introvertido o extrovertido, se desarrolle de manera integral y con un criterio que le permita afrontar el mundo de la mejor manera. El amor también es fundamental en este proceso, no lo olvides.